Es inevitable que al estudiar la evolución del pensamiento administrativo uno se sienta abrumado por la cantidad de enfoques y teorías de los diversos autores que se deben conocer, sin quizás poder comprender muy bien sus aportes y contribuciones a la ciencia de
Siempre me ha preocupado que en esa maraña todo vale, las nuevas técnicas van desalojando a las anteriores en un vértigo y competitividad que parecen no tener límites, ni criterios de justificación, aún cuando sus autores no se hayan detenido a efectuar propuestas metodológicas serias.
Por esta razón, estoy convencida, que previo al estudio de la evolución del pensamiento administrativo, es necesario reflexionar sobre la situación epistemológica actual de
Mi objetivo fundamental al emprender este trabajo es doble; por un lado, reivindicar el espacio que merece tener el tratamiento de las cuestiones epistemológicas en la ciencia de la administración, y por el otro, dotarlo de utilidad práctica, tanto para quienes emprendan tareas de investigación de las características de las organizaciones, como para quienes acometan el estudio racional y sistemático de todos los enfoques y teorías de los autores que conforman el pensamiento administrativo, con un sentido crítico y actualizado, priorizando el método científico, pero con el moderno planteo del avance y progreso de las ciencias.
Me he basado fundamentalmente en dos autores argentinos, cuyos trabajos pioneros en la aplicación de una metodología científica adecuada a
Estos magníficos esfuerzos lamentablemente no han sido emulados o continuados por otros autores de nuestra disciplina, por el contrario han sido obviados. El propio Jorge Hermida fue abandonando aquella valiosa inquietud epistemológica en sus obras posteriores, urgido quizás por el avance de la técnica sobre la ciencia, hasta apenas hacer una breve mención en su libro “Administración & Estrategia”, 1992.
Me he propuesto reflotar los valiosos trabajos de estos prestigiosos profesores argentinos, no sólo porque algunos no se editan más y es difícil conseguirlos, sino también porque siento la necesidad de llamar la atención sobre la vigencia de los estudios y aportes que ellos efectuaron y que hoy parecen estar a punto de perderse en la avalancha de obras de los autores profesionalistas en administración, y porque deseo rendirles mi sincero homenaje, demostrando que sus esfuerzos no fueron en vano.
Creo que una forma de contribuir a este propósito es reunir los principales aportes de cada pensador en un trabajo que sirva de consulta práctica, dedicado a todos los jóvenes que han abrazado el estudio de la administración, ya sean provenientes de las carreras de grado como de las de posgrado y, especialmente, a los investigadores gracias a cuyos esfuerzos nuestra ciencia se va consolidando en una etapa de madurez.
Siento además la obligación moral de hacer una contribución metodológica concreta a través de este pequeño tratado, que ayude a quienes deben emprender el camino de elaboración de un proyecto y luego de una tesis o tesina, sintetizando la experiencia adquirida en el rol de ”jurado” que frecuentemente debo asumir para juzgar monografías, proyectos de investigación, tesinas de posgrado y tesis de doctorado.
Deseo que quienes lean este modesto aporte, asuman el compromiso de luchar por la jerarquización de
Solamente con modelos mentales claros se podrá discernir acertadamente sobre la verdadera utilidad de la multitud de obras editadas en la actualidad y evitar que nos sobrepasen y angustien por la falta de tiempo material para leerlas y analizarlas, pero por sobre todo, asimilar lo que realmente es importante para la consolidación de